La forma en que los usuarios buscan información está viviendo un cambio profundo. Hasta hace poco, buscar en Internet significaba escribir una palabra clave en Google y hacer clic en uno de los resultados. Hoy, la inteligencia artificial (IA) está reescribiendo por completo esa experiencia.
Google está integrando sistemas de IA generativa, como el llamado Search Generative Experience (SGE), que ofrecen respuestas directas, conversacionales y contextuales. Esto no es un simple cambio técnico: es una transformación que afecta directamente a la visibilidad de las marcas, la estrategia SEO y el marketing digital en su conjunto.
1. Modo IA: una nueva experiencia de búsqueda
El “modo IA” convierte la búsqueda en una conversación. En lugar de mostrar solo una lista de enlaces, Google comienza a responder directamente con textos generados por IA, recomendaciones precisas y resúmenes de información de múltiples fuentes.
Esto significa que muchos usuarios ya no necesitarán hacer clic en un resultado para obtener lo que buscan.
La IA se convierte en un intermediario entre las marcas y los usuarios, filtrando qué contenidos aparecen y cómo. Para muchas empresas, esto implica que las estrategias de posicionamiento tradicionales ya no son suficientes.
2. Menos clics, más competencia por la atención
Con la IA respondiendo directamente, el volumen de clics hacia páginas web tradicionales puede caer.
Los espacios destacados donde antes estaban los primeros resultados orgánicos y anuncios, ahora están parcialmente ocupados por respuestas generativas.

Esto implica dos cambios clave:
- Mayor competencia por los espacios publicitarios premium de Google Ads.
- Más difícil destacar si tu marca no tiene autoridad ni estrategia clara de posicionamiento.
En otras palabras: no desaparecerán los clics, pero serán más valiosos y disputados que nunca.
3. Un nuevo escenario para Google Ads
Google Ads también se está adaptando a esta nueva forma de búsqueda. Los anuncios empiezan a integrarse dentro de las respuestas generadas por IA, en lugar de ubicarse únicamente arriba o abajo de los resultados.
Esto cambia la forma en que las marcas deben pensar su publicidad:
- Los anuncios deberán ser más relevantes y contextuales.
- La segmentación será más precisa, pero también más competitiva.
- Las creatividades y textos publicitarios tendrán que adaptarse a un entorno más conversacional.

Las marcas que se adelanten a este cambio podrán seguir apareciendo en los momentos clave de decisión.
4. El SEO también cambia
La IA no elimina el SEO: lo redefine.
Ya no se trata solo de optimizar palabras clave o títulos, sino de:
- Entender intenciones de búsqueda más complejas.
- Crear contenido útil, bien estructurado y confiable.
- Trabajar con autoridad de marca: Google priorizará fuentes sólidas y confiables.
- Incorporar lenguaje conversacional y datos estructurados que faciliten a la IA “entender” tu contenido.
Las marcas que no adapten sus estrategias verán cómo su visibilidad disminuye sin saber exactamente por qué.
5. Estrategia digital: adaptarse para no quedarse atrás
Ante este escenario, tener presencia online no es suficiente: hay que estar preparado para destacar en búsquedas impulsadas por IA.

Esto implica:
- Construir una marca sólida y reconocible.
- Diversificar canales de adquisición de tráfico.
- Crear contenido que responda a necesidades reales y que la IA pueda recomendar.
- Optimizar campañas publicitarias para aparecer donde los usuarios toman decisiones, no solo donde buscan.
El cambio no es futuro: ya está ocurriendo. Y las marcas que reaccionen primero tendrán una ventaja clara.
Conclusión
La llegada de la IA a los motores de búsqueda representa uno de los mayores cambios en la historia del marketing digital.
Los clics serán menos, pero más valiosos. El contenido deberá ser más útil y confiable. Y la estrategia digital, más sólida que nunca.
En Di Pierro Estudio ayudamos a marcas a prepararse para esta nueva era de búsquedas, construyendo presencia digital fuerte, optimizando estrategias de visibilidad y potenciando campañas publicitarias que funcionan en entornos impulsados por IA.
Adaptarse no es una opción. Es la diferencia entre seguir visible o desaparecer de la conversación.